Ares, el dios de la guerra, desciende sobre el reino mortal de Marvel Snap, desafiando a los meta y reavivados arquetipos olvidados. Su inesperada lealtad a Norman Osborn como el nuevo líder de los Vengadores levanta las cejas. ¿Por qué un supuesto lado vengador con un villano tan obvio? La respuesta radica en la inquebrantable lealtad de Ares a la guerra misma, no a ninguna facción en particular. Esto refleja perfectamente el diseño y el juego de su tarjeta Marvel Snap.
Imagen: Ensigame.com
Ares prospera en mazos de alta potencia, exigiendo un enfoque estratégico a diferencia de las sinergias fácilmente disponibles de otras cartas. Carece de una sinergia inmediata y incorporada, lo que obliga a los jugadores a crear un mazo único a su alrededor. Las tarjetas como Grandmaster o Odin, con sus efectos en revelación, pueden combinarse astutamente con la capacidad de Ares para maximizar su impacto. Mientras que una tarjeta de 12 energía y 4 energía es decente, una tarjeta de 21 potencias y 6 energía es mucho más deseable. Repetir su habilidad es clave para su efectividad fuera de las cubiertas de Surtur.
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A pesar de su desdén por los oponentes más débiles, las cartas de protección como Cosmo o Armor pueden proteger a Ares de amenazas como Shang-chi.
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Desafortunadamente, Ares no es un cambio de juego. Si bien hay tarjetas que se acercan a su nivel de potencia, el meta meta actual de control de meta de control, lo que hace que las estrategias de alta potencia consistentes sean desafiantes. Su dependencia de las cartas de alta potencia requiere una construcción de mazo específica, a diferencia de las opciones más adaptables. Simplemente centrarse en el poder no es suficiente; La interrupción y la maniobra estratégica son cruciales. Superar el arquetipo de Surtur ya luchando es un obstáculo significativo.
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La comparación con la muerte, una tarjeta de 12 potencias con menor costo de energía, destaca las limitaciones actuales de Ares. Sin embargo, su valor se extiende más allá del poder bruto; Proporciona información estratégica valiosa. Su juego a menudo se reduce a una apuesta en la curva de potencia, que requiere un juego adaptable.
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La debilidad de Ares se deriva de su susceptibilidad a los contadores en comparación con las tarjetas que ofrecen manipulación de energía o aumentos de potencia generalizados. Su efectividad depende de una cubierta meticulosamente elaborada. Una tarjeta 4/6 es generalmente débil, mientras que un 4/12 es fuerte, mostrando su dependencia de la sinergia de alta potencia.
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En conclusión, Ares probablemente sea un salto para muchos jugadores esta temporada. Su estilo de juego de alto riesgo y alto recompensa, junto con el meta actual, lo convierte en una opción menos atractiva que las cartas que ofrecen estrategias más consistentes y flexibles. Su éxito depende en gran medida de un mazo construido con precisión y un poco de suerte.